30 dic 2007

SI ALGÚN AMANECER

Si alguna aurora
despierta oscura,
y ya no alumbra tu sol,
llámame.

Si tu hijo llora
y con su llanto,
tu llanto ahoga,
llámame.

Si tus ojos no se cierran
y tus lágrimas no se secan,
llámame.

Si tu soledad
necesita compañía
y sólo necesitas el silencio,
llámame.

Si quieres la mano
de un amigo,
o la complicidad de un extraño,
llámame.

Cuando amanezca otra vez,
y el sol esté
en tu zénit, si así lo quieres,
olvídame.

23 dic 2007

POR QUE TE HAS IDO...

Porqué te has ido,
por qué no has llamado antes,
antes de emprender
el más largo viaje.

Francisco,
hermano querido...
aún resuena en el teléfono
la fatal noticia,
Francisco ha muerto,
veintiséis rosas blancas.
Veintiséis puñales
de vida nueva en un cuerpo
marchito de madrugadas frías .

Tan frío, tan solo,
tan yerto, tan blanco,
en la urna de la eternidad.

¿Dónde están tus hijos
nunca habidos.
Dónde está tu futuro,
tu brillante mirada,
angustiante y serena,
suplicante de amigo?

No te apures,
no estás solo.
El velo de la muerte,
es muy sutil,
es un soplo transparente.

Detrás está la luz,
que aquí no encontraste.
Hallaràs la paz
que no supimos darte.
Busca esta aurora,
en el fondo infinito.

Allí encontrarás al Padre,
y Él te mecerá dulcemente
en la cuna
suave del tiempo.

Francisco...querido,
hasta siempre.

14 dic 2007

VOY A MORIR MAÑANA

Voy a morir mañana
y de la muerte siento el gozo
del camino al fin hallado.

Que ansiada agonía,
la de acabar,
fenecer, deseando,
y morir amando.

Que susurros ancestrales
del espacio intemporal,
de un infinito cabal
con los propósitos mundanos.

Qué luz me encarnará
en el arco iris del deseo,
para un amor predestinado,
en otra existencia pasada.

Quiero saber,
en qué estrella estará tu mirar,
Qué sol acariciará tu piel,
qué palabras hablarán tus ojos,
qué flor hallaré en tu jardín,

Déjame partir mañana
con el alba de la muerte.
Tengo que encontrar el camino,
para éste mundo presente.

9 dic 2007

BLANCAS GAVIOTAS

Blancas gaviotas
os lleva el viento
en un meditado azar.
Como péndulos del tiempo,
inmóviles, sin volar.
Justo bajo el cielo,
cerca de la tierra,
encima de la mar.

Blancas gaviotas,
bailando con el viento
un vals y un sentimiento.
Columpios de esperpento,
arena en soledad.

Tal vez meciéndome
en la brisa del espacio,
durmiéndome despacio,
hallaré tu risa al despertar.

Blancas gaviotas,
bailad, bailad...